(…) La caza ha comenzado
y tu estas en la lista
en tiempos de silencio
instinto suicida (…)
(‘Cuando vengan a por ti‘, J.M.Sanz ‘Loquillo’)
Cuando vengan a por mí
no me encontrarán nadando en las aguas cristalinas
de una pila bautismal
Tampoco estaré en lo alto de un estrado
cuestionando vuestra escala de valores,
ametrallando con mi lengua vuestro escudo moral
Cuando vengan a por mí
me encontrarán probablemente desnudo,
leyendo a Nietzsche sobre el barro
revolcándome en mis sucias contradicciones
luchando conmigo mismo en un poema sin métrica
Cuando vengan a por mí
podrían encontrarme ya cubierto de brea,
emplumado como un forajido del antiguo oeste
porque otros guardianes de la fe llegaron antes
y se adelantaron a sus intenciones
tras un sumarísimo juicio castrense
Me exigirán que no sea cobarde, que me moje
y proclame que mis ideas son las mismas que las suyas
Acepto asumir mi culpa y cumplir condena por traición
pero no pienso poner mis versos
al servicio de un ejército ortodoxo y puritano
Mis poemas serán insumisos hasta que yo lo diga
Porque la poesía que era un arma cargada de futuro
ahora es solo un zulo abrigado en el que refugiarse,
una trinchera en la que esperar, mientras exhalas humo
hasta el día en el que que vengan a por ti.